jueves, 29 de mayo de 2014

Me estuve autostalkeando y me dí cuenta que a lo largo del tiempo cambió un montón mi forma de escribir.

AH MIRÁ

igual encontré un texto re benedetti y me re quiero

bueno mejor me voy a dormir

miércoles, 28 de mayo de 2014

Soy #3

Soy una cita textual leída en voz alta
Soy las ganas de hablar de todo, todo el tiempo
(soy las ganas de hablar de amor entre botellas de alcohol)

Soy ese "a vos no te importa nada" que tanto me importó
Soy pensar todo 3048320 veces
Soy la que si no está en confianza, termina pareciendo una pelotuda
-no es miedo a confiar, pero no sé, me cuesta soltarme y termino hiperventilando-

Soy lo que los otros hicieron de mí
-mentira, soy mis decisiones de mierda-

Soy una canción que antes interrumpía a la mitad
Soy esa canción cantada otra vez

Soy esas bandas que nunca más voy a escuchar
Soy esas bandas que nunca más vas a escuchar

Soy coiffeur un día de otoño
Soy La invención de la noche un día de lluvia

Soy lo que no sé si soy
Soy quilombo y armonía.

No me bastan estos días de insulsa tranquilidad.

No sé. No sé bien qué pasa. En realidad no sé bien cómo llegué acá. No sé bien qué es "acá". No sé bien cuando me convertí en esto. Bah, lo que no sé es si me convertí en algo o si siempre fue así. No. No fue siempre así. Pero ahora tampoco sé bien cómo es. Y la incertidumbre es una paja, siempre es una paja. Siento que estoy como a oscuras, intentando encontrar algo que tampoco es certero, preciso. Algo que tampoco sé si existe. Pienso mucho todo. Eso siempre lo hice, es cierto, pero siento que antes sacaba mejores conclusiones. Siempre fui una enroscada, eh, pero enroscarse y encima vivir en una incertidumbre constante agrava un poco más todo. 

Y para colmo estoy de mal humor, duermo poco. Bah, siempre dormí poco. Creo que lo que me pasa es que muchas cosas que antes eran normales y no me afectaban, ahora me empiezan a afectar. Como si el hecho de haber abandonado los problemas más graves me hubiese llevado a ocupar mi tiempo en banalidades. Porque claro, antes las prioridades eran otras. Respirar, por ejemplo. Algo que ahora me parece cotidiano. Pero sé que en algún momento no lo fue, eh. Lo tengo bien claro. Pero no sé, es todo muy monótono, muy oscuro, muy...ambigüo.

No sé, es raro. Todo es raro. Pero no es esa rareza linda, esas rarezas que son sorpresas. Es malo. Pero tampoco sé si es tan malo. El tema es que no sé. No sé nada, no entiendo, no te entiendo, no entiendo a nadie. Estoy perdida, no sé bien en dónde, en qué, en quién. No sé si estoy perdida en un lugar, en un objeto, en una persona. Postergo responsabilidades más de lo normal. Me escapo todo el tiempo pero no sé de qué. No entiendo por qué me escapo si no hay nada de qué escapar. 

miércoles, 14 de mayo de 2014

- no entiendo de qué te quejás
- de eso
- ¿de qué?
- no sé

lunes, 12 de mayo de 2014

Olivia tenía razón.

Creo que es como me dijeron el otro día entre discos del flaco y humo de cigarro. Que es eso. Una herida que está ahí. Que yo decidí que esté ahí. Que aunque esté todo bien, no lo está, porque no le di tiempo a cicatrizar. Entonces sigue ahí, a veces no pasa nada pero a veces sentís como si algún enano sádico hijo de puta te estuviese pinchando la herida, no sé. Y empezás a entender un poco más a esa gente que un día se borra, de la nada. Que "corta de raíz". 

Porque las cosas no son tan simples, sería genial que lo fueran. Porque aunque intentes que esté todo bien, no está todo bien. Porque para que esté todo bien primero tenés que saber que estuvo todo mal. Bah, no. Ya sabés que estuvo todo mal. Sos consciente de en qué momento tocaste fondo y sabés que no estás ahí, que avanzaste. Pero tenés que poder salir un poco de todo y correr. Sin un destino, simplemente correr. Dejar que pase el tiempo. Y algún día vas a poder pararte, mirar hacia la nada (o hacia el todo) y decir: cicatrizaste, hija de puta.