Y para colmo estoy de mal humor, duermo poco. Bah, siempre dormí poco. Creo que lo que me pasa es que muchas cosas que antes eran normales y no me afectaban, ahora me empiezan a afectar. Como si el hecho de haber abandonado los problemas más graves me hubiese llevado a ocupar mi tiempo en banalidades. Porque claro, antes las prioridades eran otras. Respirar, por ejemplo. Algo que ahora me parece cotidiano. Pero sé que en algún momento no lo fue, eh. Lo tengo bien claro. Pero no sé, es todo muy monótono, muy oscuro, muy...ambigüo.
No sé, es raro. Todo es raro. Pero no es esa rareza linda, esas rarezas que son sorpresas. Es malo. Pero tampoco sé si es tan malo. El tema es que no sé. No sé nada, no entiendo, no te entiendo, no entiendo a nadie. Estoy perdida, no sé bien en dónde, en qué, en quién. No sé si estoy perdida en un lugar, en un objeto, en una persona. Postergo responsabilidades más de lo normal. Me escapo todo el tiempo pero no sé de qué. No entiendo por qué me escapo si no hay nada de qué escapar.
No sé, es raro. Todo es raro. Pero no es esa rareza linda, esas rarezas que son sorpresas. Es malo. Pero tampoco sé si es tan malo. El tema es que no sé. No sé nada, no entiendo, no te entiendo, no entiendo a nadie. Estoy perdida, no sé bien en dónde, en qué, en quién. No sé si estoy perdida en un lugar, en un objeto, en una persona. Postergo responsabilidades más de lo normal. Me escapo todo el tiempo pero no sé de qué. No entiendo por qué me escapo si no hay nada de qué escapar.
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