domingo, 12 de enero de 2014

-Ella no supo ser Julieta, él nunca quiso ser Romeo.
-Tan así.
-Mi displiscencia agotó tu voraz fantasía.
-Bueno se entendió. 
-Calló la resolución en el resguardo de un gran varón que la amó sin titubeos.
-¿Le dio un golpe visceral?
-Ponele. Pero no ensanchó ninguna cicatriz.

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